ARTISTA RECOMENDADA: ÉRICA BOHM

Agosto transcurre entre blancos y azules. Alejado de números que cuantifiquen un paso invisible llega y se va jugando con aquello que la naturaleza tiene de más abstracto: el infinito del cielo. Agosto no siente el reparo del frío del sur del hemisferio, ni el ardor sofocante de los veranos del norte. Su vista, fragmentada en pequeñas sinécdoques que hablan de a una de los instantes fugaces que la fotografía siempre sabe eternizar, se ordena calculadamente componiendo una estructura que remite a esos días que ya no tienen nombre más que en el ordenamiento secuencial. Y son esos cielos de un mes del pasado los que volveremos a ver, iguales y distintos, a la vuelta de la esquina, cuando agosto retorne en sesenta días. La pieza en cuestión, parte de la serie “Calendarios” realizada entre 2005 y 2006 por la artista bonaerense Érica Bohm tiene una vigencia innegable. No se trata solamente de una personalización del transcurrir del tiempo ni tampoco del juego significante entre ruptura y síntesis. Ese gran vidrio imaginario que componen las polaroids que funcionan denotativamente como ventanas hacia un arriba construido y hacia un ayer recuperado, nos interpela cuando hemos hecho del mirar hacia afuera un gesto nostálgico que describe nuestra actualidad y nos devuelve el aire que falta en la incertidumbre de la diaria.
Representada por Pasto, el site de la galería cuenta con un catálogo en el que pueden consultarse las obras de la autora, así como parte de su trayectoria y exhibiciones previas. Vale la pena ingresar y enterarse sobre más de esta interesante referente contemporánea.

http://www.pastogaleria.com.ar