EIKÓN IMAGO

“La tristeza era la forma y la felicidad, el contenido. La felicidad llenaba el espacio de la tristeza” pensaba Teresa en “La insoportable levedad del ser” en el momento en que Tomás accionó el interruptor de la luz de la habitación y una mariposa nocturna voló espantada por el fulgor. Cuerpo de una liviandad inaguantable, la mariposa, en un viaje imaginario, podría haberse desplazado por el aire oceánico y llegar hasta una lápida en Buenos Aires para descargar esa pena que hizo suya y descansar entre sus pares.